El reglamento es el
reglamento
Autora: Adela Basch
Personaje
Señora
Cajera
Supervisor
Gerente
Escena uno
La escena
transcurre en un supermercado. La señora está en la caja, pagándole a la
cajera.
Cajera: Su vuelto, señora.
Señora: Gracias. Buenos tardes.
Cajera: Un momento. Todavía no se puede ir. ¿No vio
ese cartel? (Lo señala y lo lee.) "Señores clientes es
obligación mostrar la cartera a las amables y gentiles cajeras".
Señora: Discúlpeme, pero yo no se la puedo mostrar.
Cajera: ¿Qué dice? Imposible. Me la tiene que mostrar
antes de salir.
Señora: Por favor, no insista, señora cajera. No le
puedo mostrar la cartera.
Cajera: Mire, lo lamento, pero es el reglamento. ¿Me
está escuchando lo que le digo?
Señora: Sí, la escucho. Pero lo siento mucho. No-le-pue-domos-trar-la-car-te-ra" (Pronuncia
las últimas palabras con mucha fuerza.)
Cajera: Pero, ¿qué es esto? ¿Cómo que
"no-le-pue-do-mos-trarla-car-te-ra"? (Imita la forma en que
lo dijo la señora.)
Señora: (Grita) ¡No me haga burla!
Cajera: ¡Y usted, mejor no me aturda!
Señora: ¡Y usted, no diga cosas absurdas!
Cajera: Creo que usted exagera. Solamente le pedí que
mostrara la cartera.
Señora: Por favor, no me haga perder el tiempo. Estoy
apurada. Tengo invitados para la cena.
Cajera: ¿Ah, sí? ¡Qué pena! Si está apurada, no sé qué
espera. ¡Muéstreme la cartera!
Señora: ¡Déjese de pavadas! ¡No se la muestro nada!
Cajera: ¡No me hable de ese modo! ¡Y mejor me muestra
todo!
Señora: ¿Pero qué tiene usted en la sesera? No se la
puedo mostrar y no es porque no quiera. Lo que pasa, mi querida, es que no
tengo cartera.
Cajera: ¿Cómo? ¿Está segura?
Señora: (Toma una planta de lechuga.) Como
que esto es verdura.
Cajera: ¡Pero qué locura! No puede ser. No sé qué
hacer. No sé qué pensar. No sé cómo actuar. A ver, empecemos otra vez. Yo le
pido a usted que me muestre la cartera y...
Señora: Y yo le digo que no se la puedo mostrar
aunque quiera, simplemente porque no tengo cartera.
Cajera: ¿Y ahora qué hago?
Señora: Haga lo que quiera.
Cajera: Muy bien, quiero ver su cartera.
Señora: ¡Pero no tengo!
Cajera: No comprendo... No entiendo... Soy la cajera
y estoy obligada a revisar las carteras. Usted no tiene cartera, así que no
puedo cumplir con mi obligación. ¡Qué situación! ¡Qué complicación! Esta
situación imprevista me saca de las casillas. ¡Necesito mis pastillas!
Señora: ¿Quiere una de menta?
Cajera: No, no me gusta la menta.
Señora: Lo lamento.
Cajera: ¿Qué lamenta?
Señora: Que no le guste la menta.
Cajera: (Toma un teléfono) ¡Por favor,
por favor, que venga el supervisor!
Escena dos
Entra el supervisor.
Supervisor: ¿Qué sucede? ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa?
Señora: Me quiero ir a mi casa. Compré, pagué y me
quiero ir. Pero la cajera insiste en que muestre la cartera. Y yo...
Supervisor: Es correcto. Si no la muestra, no se puede
ir. (Saca del bolsillo un papel enrollado y lo desenrolla.) Así
dice el reglamento de este establecimiento.
Cajera: ¿Vio, señora, que no miento?
Señora: Sí, pero no tengo nada que mostrar.
Supervisor: ¿Por qué? ¿Tiene algo que ocultar? ¿Lleva algo
sin pagar?
Señora: No, señor supervisor, usted está en un error.
¡No soy una delincuente! ¡Soy una mujer decente!
Supervisor: Entonces, ¿qué espera? ¡Muéstrenos la
cartera!
Señora: Señor, si no se la muestro, no es por mala
voluntad.
Supervisor: ¿Y por qué es?
Señora: ¡Terminemos con esta sonsera, trate de
entender que yo no tengo cartera!
Supervisor: Entiendo. Es una situación complicada, pero no
puedo hacer nada. (Mira el papel.) Tenemos que cumplir con el
reglamento. Y el reglamento dice...
Cajera: Que es obligación de los clientes mostrar la
cartera...
Señora: ¡A las amables y gentiles cajeras! ¡Pero yo no
traje cartera!
Supervisor: Señora, lo hubiera pensado antes. No se puede
salir a hacer compras de cualquier manera. El reglamento es el reglamento. Y
hay que cumplirlo. Si no, ¿dónde vamos a ir a parar?
Escena dos
Entra el supervisor.
Supervisor: ¿Qué sucede? ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa?
Señora: Me quiero ir a mi casa. Compré, pagué y me
quiero ir. Pero la cajera insiste en que muestre la cartera. Y yo...
Supervisor: Es correcto. Si no la muestra, no se puede
ir. (Saca del bolsillo un papel enrollado y lo desenrolla.) Así
dice el reglamento de este establecimiento.
Cajera: ¿Vio, señora, que no miento?
Señora: Sí, pero no tengo nada que mostrar.
Supervisor: ¿Por qué? ¿Tiene algo que ocultar? ¿Lleva
algo sin pagar?
Señora: No, señor supervisor, usted está en un error.
¡No soy una delincuente! ¡Soy una mujer decente!
Supervisor: Entonces, ¿qué espera? ¡Muéstrenos la
cartera!
Señora: Señor, si no se la muestro, no es por mala
voluntad.
Supervisor: ¿Y por qué es?
Señora: ¡Terminemos con esta sonsera, trate de
entender que yo no tengo cartera!
Supervisor: Entiendo. Es una situación complicada, pero no
puedo hacer nada. (Mira el papel.) Tenemos que cumplir con el
reglamento. Y el reglamento dice...
Cajera: Que es obligación de los clientes mostrar la
cartera...
Señora: ¡A las amables y gentiles cajeras! ¡Pero yo no
traje cartera!
Supervisor: Señora, lo hubiera pensado antes. No se puede
salir a hacer compras de cualquier manera. El reglamento es el reglamento. Y
hay que cumplirlo. Si no, ¿dónde vamos a ir a parar?
Escena tres
Entra el gerente.
Gerente: ¿Qué sucede?
Supervisor: Tenemos un problema.
Cajera: Una situación
imprevista. La señora quiere irse sin mostrar la cartera.
Gerente: Eso es imposible.
Cajera: Es incomprensible.
Supervisor: Es increíble.
Gerente: Además, es contrario al reglamento.
Cajera: Y el reglamento...
Supervisor: ...es el reglamento.
Gerente: Señora, usted tiene la obligación de mostrar
la cartera.
Señora: Lo siento, no traje cartera.
Gerente: Si no la trajo, es porque no quería
mostrarla. Y si no quería mostrarla, seguramente quería ocultar algo.
Señora: Pero señor...
Gerente: Déjeme terminar. Si quería ocultar algo, tal
vez se lleve algo sin pagar.
Señora: Pero señor... si no la traje, ¿cómo voy a
ocultar algo?
Gerente: Ya le dije. ¡No la trajo porque no la quería
mostrar! ¡Y el reglamento dice que tiene que mostrar la cartera!
Señora: ¿Pero qué cartera?
Gerente: ¿Qué sé yo? ¡Cualquiera!
Señora: ¿Cualquiera, cualquiera, cualquiera?
Gerente: Sí, cualquiera. ¡Pero muestre la cartera!
Señora: Muy bien. Gentil y amable cajera, ¿tendría la
bondad de prestarme su cartera? Por un minutito, nada más.
Cajera: Está bien. Tome. (Le da su cartera.)
Señora: ¿Quiere revisarla, por favor?
Cajera: ¡Como no! (La abre y la mira por
todos lados.) Está bien.
Señora: Entonces, me voy. Le devuelvo su cartera.
Cajera: Gracias por su compra. Vuelva pronto. Da
gusto atender a clientes como usted.
Señora: (Tratando de disimular su fastidio.) Sí,
sí, cómo no.
Supervisor: Ah, nos podemos quedar tranquilos.
Gerente: Tranquilos y contentos. ¡Hemos cumplido con
el reglamento!
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